Los modelos de datos desempeñan una función esencial a la hora de reunir a todos los segmentos de una empresa, es decir, a los de TI, a los analistas de negocio y a los administradores, entre otros, para diseñar conjuntamente los sistemas de información (y las bases de datos en las que se fundan).
Estos sistemas requieren datos correctamente definidos y formateados, y los modelos aclaran con precisión qué datos se necesitan y cómo deben estructurarse para respaldar los procesos empresariales deseados.
Determinando explícitamente la estructura de los datos, estos modelos admiten diversos casos de uso, incluidos el modelado de bases de datos, el diseño de sistemas de información y el desarrollo de procesos para respaldar un intercambio de datos uniforme y prolijo.
También es importante entender los tres tipos diferentes de modelos de datos. Cada uno de ellos cumple una función diferente a medida que trabaja en el proceso de modelado de datos.
En última instancia, los tres modelos pueden y deben funcionar independientemente unos de otros. Sin embargo, a medida que crece su proyecto, los mejores resultados vendrán de una progresión natural mediante los tres modelos. Por supuesto, hay que mantener la consistencia entre los modelos a nivel estructural. Por ejemplo, ajustar el formato de tabla/columna en un modelo físico no debería cambiar el modelo conceptual e inicial de forma significativa.
Aprovechando los tres modelos, las empresas pueden asegurarse de que sus proyectos no pierden de vista los objetivos iniciales, pero siguen manteniendo la flexibilidad necesaria para abordar cambios inesperados en los requisitos o parámetros.